viernes, 26 de octubre de 2012

El sueño europeo

Ayer la noticia del día no fue ni la crisis interna del PSOE, ni la posibilidad de rescate de la economía española, tampoco los deshaucios, ni nada estrictamente económico o político. Ayer la noticia del día volvió a ser el sueño europeo de unos inmigrantes africanos que se ha visto truncado por el naufragio de la patera en la que intentaban cruzar el Mediterráneo.
 
 
Aproximadamente setenta personas (Si, he dicho personas) viajaban en una patera inflable con un motor, como se puede ver en la foto con la esperanza de alcanzar las costas españolas para lo que ellos supone una vida mejor. La embarcación partió de costas marroquíes con dirección probablemente Granada. Llevaban algún teléfono móvil. Un familiar de uno de estos inmigrantes dio la voz de alarma, al intentar comunicar por teléfono con la patera y no recibir respuesta. Se avisó a Salvamento Marítimo y pronto comenzó el dispositivo coordinado entre España, la Agencia Europea de Seguridad Marítima y las autoridades marroquiés de Salvamento. Mucho despliegue y las polémicas de siempre. La patera fue avistada por un avión de salvamento que lanzó sobre la zona una balsa de socorro. Pronto estaban allí los dispositivos de rescate. Pudieron salvar a 18 personas de las setenta que viajaban, una de ellas en estado grave, rescatar 14 cadáveres y 38 permanecen desaparecidas. Tanto los supervivientes como los cadáveres recuperados han sido trasladados a Motril en Granada, con la única excepción de una persona que permanecía en estado muy grave.
 
Las autoridades marroquíes pronto se han desentendido del tema, esta es la polémica de siempre, pese a que el rescate tuvo lugar en aguas del país africano, ellos no quieren saber nada del tema. Mientras esperamos que aparezcan el resto de cuerpos, ya estamos discutiendo de quién es la culpa de todo esto, en lugar de buscar soluciones. Todos somos un poco culpables, aunque algunos un poco más. En Marruecos quizá no se tomen todas las medidas para evitar que estas lanchas tan inseguras salgan hacia el viejo continente, y en España, las leyes de inmigración tampoco facilitan la entrada de inmigrantes de una forma controlada y segura. Cerrado pues el paso, estas personas procedentes de distintos paises de África no pueden hacer más que poner todas las esperanzas en el gran sueño europeo, la fe en su dios y poner su vida en riesgo. Muchos han entrado así, y otros muchos también se han quedado por el camino.
 
Pero este post no quiere culpar a unos y otros, ni entrar en polémicas de si un gobierno u otro hace más difícil la inmigración. Quizá, en la mente de todos los españoles ahora está el pensamiento de que para qué quieren venir los inmigrantes, con la que está cayendo en España. España ha dejado de ser un país de ensueño, ese lugar paradisíaco dónde todo iba tan bien y que los españoles tan bien hemos vendido en los últimos años, el país de la burbuja sigue -pese a las dificultades económicas y de empleo que  tenemos- siendo lugar de destino de inmigrantes. Por la posibilidad que les ofrece la libre circulación por la Unión Europea dónde hay países que viven a años luz de España en cuanto a calidad de vida. Yo creo que pese a lo que para nosotros en este momento supone un gran ahogo, es todavía para muchos inmigrantes un gran sueño a alcanzar. La reflexión me lleva a pensar cuánta es la diferencia entre nuestro segundo mundo (o primer) y el tercer mundo que hace que estas personas arriesguen su vida, como se ve en la fotografía tomada desde el avión de salvamento. En qué pocos centímetros cúbicos se ahoga un español por problemas de paro, con recortes en sanidad, educación, y con aumentos cada dos por tres de impuestos, y los centímetros cúbicos en los que se ahoga un inmigrante de Mali, Marruecos, Senegal o Niger, normalmente en el Mar Mediterráneo donde descansan sus sueños. Mientras, en España seguimos pecando de lo mismo, culpar a inmigrantes de la violencia, haciéndoles pagar por la asistencia sanitaria y a la vez pagando a las señoras inglesas las operaciones de reducción de costillas. ¿Se puede ser más cainita?

3 comentarios:

  1. Y lo peor de todo son las mafias que están detrás de esas personas para conseguir el "sueño europeo".

    Una pena... la verdad.

    Un abrazo chiquitín !!.

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  2. Unos que quieren entrar y otros que quieren salir.

    Desde luego es dramático lo que ocurre.

    Salu2.

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  3. Yo creo que salvo los neofachas nadie osa ya echar la culpa a los inmigrantes de nuestros males, porque los responsables son los políticos, y éstos, no inmigraron, sino que son, desgraciadamente, nativos... y ni siquiera les duele su pueblo...

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