Llega la ministra Fátima Báñez que jamás ha pisado un centro de estética y mucho menos una peluquería y nos dice que, entre sus medidas estrella para que se cree empleo en España -porque tenemos esos 5,2 millones de parados y según el ínclito Rajoy este año no se espera que con la reforma laboral aprobada recientemente se cree empleo (y aquí es cuando yo me pregunto entonces para qué esta reforma, aunque conozco la respuesta)- está que los desempleados que no estén recibiendo cursos de formación, realicen labores sociales. Y se queda tan ancha.
Claro, es que en Europa es algo que se viene realizando desde hace tiempo, es la excusa que han puesto desde el Ministerio de Trabajo y Seguridad social. La señora Báñez considera que ya está bien de hacer el vago, y que apuntándonos con su dedo para que realicemos estos servicios sociales terminemos buscándonos más las castañas, si cabe, y aceptemos el primer trabajo que nos presenten con tal de trabajar sin ser "de grati". Lo que la señora Báñez parece desconocer, es que los trabajadores destinan parte de su salario para este tipo de pequeños contratiempos, como puede ser una baja médica, la jubilación, y como no, el desempleo. Cada mes nos quitan parte de nuestro salario para que tengamos donde no caer muertos el día que un avispado empresario nos da la patada en el supuesto de que él tenga que reducir su margen de beneficios, no vaya a ser que no le pueda comprar este verano la moto de agua a su hija. Entonces, la prestación por desempleo, no es algo que el Estado nos regale, es algo que nosotros pagamos a lo largo de nuestra vida laboral, y aunque le pese a la ministra, el Estado debe hacer, al igual que hacen en Europa por buscarnos trabajo. Que levante la mano aquí el que haya sido llamado alguna vez desde alguna oficina de empleo para alguna oferta de trabajo. Venga, valientes, quiero ver cuántos. Esperaba una respuesta por el estilo, nadie. Luego, básicamente el servicio de empleo en España se dedica básicamente a organizar cursos de formación, que nunca están de más, y precisamente no llegan, los desempleados que no están recibiendo formación son la gran mayoría de los desempleados, así que, cualquiera que esté en situación de desempleo tendrá que hacer este tipo de labores sociales, que no sé si va en la línea de lo que pretendía la alcaldesa de Madrid, la también ínclita Ana Botella, pero por lo que vemos si va en la línea de Europa, a ver cuándo nos sorprenden con una línea europea de salarios medios igual que en Europa, o con unas prestaciones iguales a las europeas, o al menos que intenten aproximársele.
¿Y todo esto para qué? ¿Que solucionamos trabajando gratis para el Estado? Seguramente que el Estado se ahorre una pasta en contratar a la gente que necesita realmente para cubrir ciertos servicios básicos, que el mismo Estado suprima puestos de trabajo, ahorrarse con ello una pasta y tener a los trabajadores como esclavos, que supuestamente, para algo están cobrando, y supuestamente "toda la sociedad tiene que poner de su parte para salir de la crisis". Esto entra de lleno en una de mis teorías sobre el absurdo, LA TEORÍA DE LA SOCIEDAD, y que llegado el día explicaré. Señora Báñez, si me está leyendo, menos mal que Vd. habla muy poco pero la veo algo descentrada, a lo mejor es que todavía no sabe muy bien de qué va esa reforma laboral que ha aprobado, aunque quizá algo haya escuchado. Todo para reducir el déficit.
Y para rematar la jugada, ahora viene el ilustrado de la economía, el ministro Montoro y nos dice que hay un déficit del copón. La verdad es que se están luciendo los nuevos ministros y no se cortan demasiado, ellos dan una mala cifra, de lo que sea, porque hasta ahora no han dado una sola cifra buena, y tres meses después de que hayan ganado las elecciones, casi un año después de que hayan ganado en las elecciones autónomicas y municipales, siguen dando las cifras y culpando a los anteriores. Y la culpa es de Zapatero, y si me apuráis hasta de las conjuras judeomasónicas pero chico, que no les hemos votado para que den cifras, se les ha votado para que solucionen esto, y mucho menos se les ha votado para que echen mierda. Seguramente hayan muchos economistas en paro. Seguramente no, muchísimos y yo defiendo a los de mi gremio, claro. A lo mejor, podrían plantearse como labor social que estos economistas en paro realicen una labor social importante, y les solucionen la papeleta que para eso está la gente competente, y desde el gobierno, a jugar al maquillaje, como siempre, aunque esto parezca ignorarlo la Sra. Báñez, o si no, buscamos maquilladores también en situación de desempleo, para labores sociales.