sábado, 18 de mayo de 2013

No puedo con.... Videla

Mejor dicho, no podía, me parecía la viva imagen del terror de estado, del genocidio, de los asesinatos por motivos políticos, de las desapariciones de niños, de la instauración de un gobierno por la gracia de Dios, y yo con esas cosas, bien sabéis que no puedo.

Como bien sabéis, ayer desapareció mientras dormía plácidamente en una prisión argentina, el que fuera presidente de la nación argentina entre 1976 y 1981, tras un golpe militar que derrocaba al gobierno de Isabel Perón. El golpe fue perpetrado el 24 de marzo de 1976 pero desde un tiempo antes, había una guerra sucia, denominada Operativo Independencia dedicada a la represión política. Los peores años de esta dictadura que duró hasta 1983, estuvo liderada por la Junta Militar bajo el nombre de Proceso de Reorganización Nacional. Jorge Rafael Videla fue nombrado presidente de Argentina en septiembre de ese mismo año y el tiempo que duró su gobierno fue el de mayor represión que se recuerda en Argentina, con unas 8.000 a 30.000 personas desaparecidas. E incontable el número de torturados, secuestrados o detenidos.

Videla gobernó con mano dura la nación, y a punto estuvo de provocar una guerra con su país vecino Chile, por la soberanía de unas islas que fueron declaradas chilenas, la mediación de Juan Pablo II hizo posible frenar el ataque argentino. Videla y su gobierno jamás estuvieron de acuerdo con esta decisión.

Sin embargo, las tensiones internas  crecientes en el interior argentino y el malestar económico llevaron a la deposición de Videla como presidente, siendo sustituido por Elduardo Viola, más partidario de una dictadura más suave pero que a su vez se vio inmerso en el conflicto de las Malvinas y tampoco consiguió levantar la economía del país.

Dos años después de la reposición de la democracia en Argentina, Videla fue declarado culpable de homicidio y desaparición de miles de argentinos, privaciones ilegales de la libertad, aplicación de tormentos, robos agravados, falsedad ideológica de documentos, usurpaciones, reducciones a servidumbre, extorsión, secuestros extorsivos, y un largo etcétera de delitos, se le sentenció a cadena perpetua. Cumplió cinco años de cárcel y en 1990 Carlos Ménem lo indultó. Volvió nuevamente a prisión aunque 38 días por robo de menores al ser considerados crímenes de lesa humanidad. Poco después fue reclamado por el Tribunal de Nuremberg por el asesinato de una joven alemana, su causa terminó sin sentencia. Fue reclamado nuevamente en Nuremberg.

En 2010 se declaró que el indulto que le había concedido Ménem no fue constitucional por lo que debía cumplir íntegramente la condena que le habían impuesto en 1985. En 2012 fue enviado al penal común de Marcos Paz dónde falleció en la madrugada del 17 de mayo. Tanta paz se lleve como descanso deja.

Entre sus perlas, que mantenía hasta el último momento, declaraba "Un terrorista no es sólo alguien con un revólver o una bomba, sino también aquel que propaga ideas contrarias a la civilización occidental y cristiana"

4 comentarios:

  1. Nadie lo va echar de menos.

    Un abrazo chiquitín.

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  2. no recuerdo a Videla no soy tan viejo, pero me parece bien que los dictadores sigan en prisión toda su condena

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  3. No puedo albergar ni un sólo pensamiento de piedad por quien se auspició en el poder para ejecutar a miles de personas con total impunidad... Si Dante no se equivocó.... Espero que se pudra en el más hediondo y cruel de los niveles infernales....Besotes.

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